La lectura de Paisajes del Limbo Narradores Mexicanos nos acerca a otro tiempo, otro México, otras formas de vivir la experiencia literaria. Los cuentos aquí reunidos exponen con claridad variantes de estilo, formulaciones narrativas frescas, tenebrosas, espléndidas. No toda antología representa un hito, pero sí revela lo necesario para ser exponente de un corte. Pudiera ser generacional, pudiera ser estilístico, pudiera ser geográfico, sea cual fuera el corte, antologar es clasificar, seleccionar, agrupar.

Leer y escribir, lo tan dado durante la modernidad nacional del siglo XX, hoy vestigio de otros tiempos y formas de conocimientos, se convierte en este libro en una experiencia única. Deambular por las páginas aquí reunidas consta como huella de la sólida construcción narrativa del siglo XX. Un ejemplo perfecto para señalar las rutas que abarcan distintos horizontes. Cuentos de terror o desamor, cuentos urbanos y cuentos fantásticos, cuentos que inciden en la sensibilidad literaria de los tiempos en los cuales se urbanizaba la Cuidad de México. Tiempos cuando se vivía el auge cultural en ciertas regiones de provincia como Xalapa y el movimiento estridentista. Cuando se emparejaba la publicación de obras literarias femeninas, como de Guadalupe DUeñas o Inés Arredondo, junto a otros fenómenos. En sí, Paisajes del limbo nos guía a través de la literatura mexicana, nos señala uno de los caminos posibles para entrar a ella e ingresar al mundo escrito del siglo XX.