Un trabajo que cierra la historiografía etnohistórica sobre grupos étnicos en Chihuahua del siglo XX y que abre la pauta para la historiografía que vendrá en el siglo XXI. Trabajo de profundidad académica, desmitificación de problemas y temas, con sustentos sólidos en procesos documentales de antropología, arqueología, lingüística, etnografía, historia, para brindar una panorámica propia de los dos principales grupos étnicos chihuahuenses y su historia. García y González se adscriben a una tradición académica que cumple con los requisitos de la crítica de mitos y cronicones falsificados sobre el devenir tarahumara y apache, concretamente en el siglo XIX. Su estudio recopila fuentes primarias, trabajos de la época colonial, cambios en las políticas respecto a los “indios bárbaros” y los “indios de paz” para mostrar un mosaico de los conflictos interétnicos en el estado Grande.

Con una prosa limpia, sin erudición indigesta, pero sí con una fuerte evidencia documental este libro permite acercarse a temas y problemas abiertos como rutas de investigación científica social y humanista para la exploración etnohistórica en el norte de México. Profundo, nítido, entrecruzando aspectos de tradiciones orales con tradiciones escritas, se plasma aquí un modelo de investigación y una síntesis en el punto de parteaguas cuando estudiosos de estos temas como Luis González Rodríguez o Margarita Urías Hermosillo daban sus últimos respiros en el mundo. Con legados cambiantes y con temas que van de la reducción territorial étnica, la guerra contra los apaches, lo conflictivo de las relaciones con Estados Unidos, la historia colonial de estos grupos, su economía, principios de su ecología, entre otros aspectos, el libro muestra un estudio clásico y de referencia para comprender el rechazo tarahumara a los chabochi, las batallas interétnicas, el exterminio apache en vías de su pacificación, entre otros temas.

Lectura necesaria para quien quiera iniciarse en el conocimiento elemental y renovador de la etnohistoria chihuahuense, puente con obras clásicas del tema, bajo una selección de autores, trabajos, documentos y bibliografía de arranque para la investigación en este rubro. El trabajo amerita un proceso de lectura que debe contrapuntearse con otras formas historiográficas más recientes, pero eso sí, bajo la perspectiva compleja de las dinámicas entre poblaciones nativas y poblaciones occidentales, junto a las poblaciones africanas, presentes en el proceso de poblamiento y civilización en Chihuahua. Interesa, finalmente, señalar que esta obra abre un camino de trabajo y cimienta las bases de estudios y formas historiográficas marcadas por cambios como el del Instituto Nacional Indigenista al de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, matices institucionales que no siempre se han traducido en un cambio de política pública hacia los grupos étnicos, particularmente en el caso de Chihuahua.