No me equivoqué en 2008 al querer estudiar a Ignacio de Luzán. Tampoco los 15 años que transcurrieron desde entonces hasta mi examen doctoral fueron una equivocación. Al final, no puedo decir que equivocarme al tomarlo como objeto de estudio sea real. Lo real es que la vida es más que enfrascarse en un programa de investigación por cuenta propia que desembocó en una crisis rotunda y tremenda. El sentimiento de dolor o de pérdida al abandonar mi estudio de Luzán por causas naturales, mi falta de previsión para la vida real, mi romanticismo académico, fueron todos motivo de que entre marzo y mayo mi vida colapsara. Veo, después de algunos meses, la necesaria reinserción en las actividades de lectura y escritura. Al carecer de un salario digno para sustentarme me doy cuenta que mi esfuerzo debe ser mayúsculo en tanto no lo consiga. Leer y escribir es hoy una necesaria manera de vida que no puedo evadir.
Muchas ideas pasan por mi cabeza. Primero que nada mi afán humanista, mi deseo de comprender y conocer lo humanamente hecho y haciéndose. Me doy cuenta de que no soy tan fiable en los trabajos de campo ni entrevistas, pero que tengo un manejo documental y de gabinete bastante bueno. Me doy cuenta también que necesito regresar a un campo o parcela del conocimiento que me sea estimulante, profundizar en ella y emprender nuevos trabajos al respecto. Otra cosa es el productivismo académico, cosa que no puedo dejar pasar por alto y que tengo que mantener de cierta manera.
Volver al ruedo, se escucha entreverado con el rugir de los días, rehacerme, retornar a un espacio de construcción y creatividad. Eso necesito hoy. Retomar lecturas, libros, trabajos. Retomar contactos, personas y visitas. Retomar la vida. Haber perdido el dominio de mi sitio fue crucial para este tiempo de silencio. Pero retomar es un compromiso con el hacer, con el actuar, con el decir. El próximo miércoles estaré presentando un trabajo en un congreso internacional aquí en Xalapa y es una manera idónea de regresar a la actividad, que no he dejado del todo, que solo estuvo en un lapso de meditación, rectificación, reorganización. Pronto más noticias, más imágenes, más maneras de ser y estar en el mundo de este Rómulo Pardo Urías.
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