ROMULAIZER PARDO ID WEB 2.0 DE RÓMULO PARDO URÍAS

EN VÍAS DE UN PERFIL CIENTÍFICO-HUMANISTA, ARTÍSTICO-CULTURAL
Y LECTOGRAMÁTICO. CIUDADANO MEXICANO GLOBAL 2.0

Playera de Chihuahua
modernidades autohistóricas discute Rómulo Pardo Urías- Romulaizer Pardo o Rómulo Pardo Urías ID web digital 2.0

En el año 2001, poco antes de la caída de las dos torres, me inclinaba por lecturas de tipo mágico-rituales, psicológico-psicoanalíticas, antropológicas por ser estudiante en la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa de la licenciatura de Antropología Social. Mi matrilínea se encontraba dolida y lastimada por la pérdida casi un año antes de su flor, Margarita, militante insurgente guerrillera, que sostuvo nexos profesionales por su inteligencia y empeño con personalidades como Octavio Paz, Enrique Florescano, Héctor Aguilar Camín o profundos militantes de izquierda tal cual Carlos Monsiváis, José Revueltas, Adolfo Gily o quizá el propio Genero Vázquez o Lucio Cabañas, no lo sé ciertamente.

Cuando mi sibling, mi hermano matrilíneo, y la entonces pareja de mi carnala nos encaminábamos a soltar las cenizas de la difunta a cierto punto en Chihuhua, al detenernos en Chihuahua capital, en medio de un desayuno o almuerzo nos colocamos motes artísticos. El mío fue Romulaizer por ser imparable, infatigable y acelerado. La parte de precipitación, arrojo y empuje que de muchas maneras me ha dado problemas toda la vida. Entonces era el símil de las pilas energizer, pero no podría saber entonces que esa pila iba a fundirse.

Con los años no dejé de ser un jovenzuelo enamoradizo, pispireto y coquetón, siempre a la conquista fácil y lo más certera posible de alguna chica, aunque sin total responsabilidad emocional. Al final desconocía que en lo profundo de mi ser se escondía algo que hoy puedo identificar con claridad. Esa elucubración junto a ciertos traumas de tipo sexual derivaron en una torcedura conclusiva cuando, en 2010, me atreví a inventar la pornopoiesis, sin otra cosa que la inspiración erotómana de Mila Kunis, Adriana Lima y la profesora filóloga Marina Orlova. ¿Poca cosa? Pregunten a sus maridos.

Mi atrevimiento me condujo a buscar inmiscuirme en sitios y lugares, con personas desconocidas por lo común, donde aprendí de ópera, música clásica, literatura, lingüística y filosofía, entre otros saberes del mundo del este, debido a esa insistente misión cumplida en 2023 de convertirme en Doctor de alguna rama del saber humano. Entonces fue cuando tuve el honor y distinción de pertenecer a la tertulia del premio Cervantes 2005 Sergio Pitol, junto a una camada de pocos y firmes soldados literarios. Al menos, más que otro oficio, la literatura puede fungir para hacer la lucha a la “ignorancia” o al menos para la tan cosa fácil que es leer y escribir.

Al final, terminé siendo escritor por motus propio y casi siempre fuera de los grandes circuito, bajo el estigma onettiano de no ganar salvo un premio menor en mi propia Facultad de Historia en 2014 o 2013. Nada del otro mundo, tarea simple cuando mis formas obsesivas de trabajar y mis siempre poco olvidados saberes antropológicos y lingüístico-literarios me orillaron a, finalmente, adentrarme en la historia intelectual y cultural en cualquiera de sus formas. Pero había plantada ya la obsesa búsqueda por comprender, explicar e interpretar la lectura de un aragonés en América: Ignacio de Luzán.

Pasé entonces al menos de 2008 a 2023 investigando sus obras, recopilando sus libros digitalizados y no, investigando. Junto a esas labores me fui definiendo como Romulaizer Pardo, mi alias creativo que terminó figurando en el dominio romulaizerpardo punto com. y que perdí justo en 2023. Nada grave salvo para el ego, el orgullo y la antigüedad digital de un simple perverso que componía poemas pornográficos mediante un impulso terco y obstinado por conocer modelos porno. Cuando casi estuve al borde de entrar a esa industria con mis poemas, decidí retirarme por preferir la más digna y decente carrera de las academias y los claustros estudiantiles y escolares superiores mexicanos. Fui ahí donde Luzán jugó el papel fundamental: un objeto/sujeto de estudio que me identificó rapidamente con una versatilidad multi y transdisciplinaria, necesaria para lograr si quiera vislumbrar el camino que seguí después.

Conocí de la república de las letras en sus vertientes europeas, lo que me permitió comprender una etnicidad del viejo continente mucho más honda y profunda, muchas veces marcada en los nombres categoriales de las naciones europeas, que explican muy bien las contradicciones internas y externas de ejemplos confrontativos como el antihispanismo imperial anglo, francés, neerlandés o germano, junto a elementos de raigambre católica profunda que por ejemplo necesitan evaluación, como el catolicismo igualmente anglo, franco y germano o neerlandés. Dimensiones que ahora no vienen al caso salvo para después internarme poco a poco en preferencias ideológicas, posturas académicas, políticas y sociales, muchas veces desdeñadas.

Finalmente, Romulaizer Pardo significó igualmente un nombrecito para crear y construir desde contradicciones como el sexismo y el feminismo crítico, el academicismo más infleixble y la creación literaria más irreverente, el absurdo satírico de mi novela El olvidado imperio Natdzhadarayama o la doblegación irrestricta de mis Ensayos de juventud, simples ejercicios de escritura universitaria. Al final, ni tan pervertido ni tan sobrio, no pude sino terminar escribiendo dos trabajitos sobre el señor Luzán: mi tesis de licenciatura y mi tesis doctoral, verdaderos esfuerzos y detallados acercamientos, más menos fiables, de quién fue ese señor, qué hizo, cuándo, para qué, cómo lo hizo, cuáles eran sus intenciones y en que cubierta contextual lo hizo. Pero también en un tono genealógico y de aproximación sociohistórica que sin duda resultó lo más fértil al comprender un yo histórico subjetivo y un yo histórico social, no siempre advertido como un nodo central en la problematización de todas las subjetividades, en función del ego y en función del ello hacia un nosotros.

Romulaizer Pardo fue igualmente volar y descubrir un simple manejo de plataformas wordpress, de aprendizaje y uso de herramientas digitales con una Mac Book o una iMac, de una fértil exploración que funcionó para aprender a editar pdf, jpg, png, pero también a editar audio, vídeo, escritos, dentro de limitaciones siempre subsanables, siempre visibles, siempre en proceso de mejora. Nada más que Romulaizer Pardo fue igualmente un punto de quiebre y ruptura absoluta con la integridad familiar, con los vínculos saludables, con los impensables abismos que circundé en ese lapso.

Hoy no quiero decir con esta entrega que Romulaizer Pardo muera, se extinga o aniquile, que deje de ser o existir, pero eso sí, deja de volar. Volar hacia el val ha la o hacía júpiter, volar hacia lo imposible, solo para conquistar lo real, no la potencia en el sentido aristotélico o la conjetura y noción, de Hegel a Boas, sino en sí, la sustancia empírica, el apetito por la evidencia, la nitidez de lo observable y lo verificable. Eso será, Romulaizer Pardo. Otro espacio, otros contenidos, otros instantes, otros compartires.

Playera alegórica Chihuahua

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Perfil científico-humanista, artístico-cultural y lectogramático. Ciudadano mexicano global 2.0

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